La Inteligencia Artificial (IA), que ya existía desde hace décadas, ha irrumpido en los últimos 2-3 años para quedarse. ChatGPT, Perplexity, Grok o DeepSeek son parte de nuestras vidas para trabajar y hacer consultas, como lo fueron en el pasado (y lo seguirán siendo en parte) la Wikipedia o Google. Pero, ¿hacia dónde nos lleva esta tecnología en lo humano? En este artículo, reflexiono sobre ello.
¿Cómo influye la Inteligencia Artificial en nuestro cerebro y emociones?
Bien utilizada, la Inteligencia Artificial nos permite encontrar más rápido una respuesta o aclarar nuestras dudas. Si bien tiene fallos y sesgos (y no hay que olvidarlo nunca), sí proporciona una sensación de inmediatez. Asimismo, hace que seamos más eficientes en nuestro trabajo o en investigaciones académicas.
Sin embargo, hay un potencial peligro en determinados desarrollos. Las distopías ya han hablado, en el pasado, de estas situaciones, pero lo cierto es que, ahora, la IA ya puede mostrar emociones y entender las de su interlocutor. Esta empatía, al ser artificial (pero muy buen lograda), podría ser peligrosa para personas aisladas: no en vano, reforzaría los sesgos de confirmación e impediría que los seres humanos pudiesen interactuar con otros. Además, hay empresas o políticos que pueden utilizar estas tecnologías con una finalidad de manipulación. Por eso, hay una preocupación en el debate público por la supervisión y regulación de la IA.
¿Cuál es el resultado? Con la IA sucede lo mismo que con todas las demás nuevas tecnologías. Mal utilizadas, pueden tener un efecto adictivo e incluso perjudicial para nuestras emociones y cerebro. Este es uno de los riesgos, porque pueden distorsionar nuestra percepción. Por eso nos encontramos con numerosos casos de adolescentes y jóvenes con problemas de socialización, antes con los videojuegos, pero ahora también los podríamos por dialogar con la IA.
Lo humano siempre seguirá siendo humano…
Aunque esta es una obviedad, conviene no olvidarlo. ¿La IA puede escribir un trabajo académico? Sí. ¿La IA puede escribir una novela? También. Pero, ¿la IA puede escribir una novela con la calidad o disrupción del “Quijote”? Definitivamente, no.
Esto, que lo aplicamos a la literatura, lo podemos aplicar a todos los ámbitos de la vida. La IA sirve para reproducir lo que ya existe e interpretarlo. Y esto es especialmente útil si el motor es de calidad, porque no hay que hacer tanto trabajo de búsqueda. Ahora bien, la creatividad de la IA se limita a aquello que ya han aprendido los lenguajes. Aunque hay grandes debates filosóficos, lo cierto es que, en lo humano, reproducen lo que ya hay.
Esto significa que el talento disruptivo, la contradicción, la emoción inesperada, seguirán existiendo. Y que lo humano es lo que va a marcar los progresos de las tecnologías. También lo veremos en las relaciones personales o en el crecimiento personal.
Las tecnologías son una oportunidad
La Inteligencia Artificial, bien utilizada, nos dará tiempo y certezas. Pero, eso sí, hay que utilizarla de forma inteligente, para nuestro beneficio y nunca como sustitutivo de las interacciones humanas. ¿Tienes dificultades para interactuar? Te puedo ayudar. ¡Contáctame y hablamos!